Disfrute y gozo desinteresado hallo contigo, señora del mar, en ausencia de tí todas las formas se diluyen bajo el suave peso de la evocación, sólo me asomo con las cuencas de mis ojos tristes a un ocaso distinto que ha perdido su condición de final y amanecen las rutas por donde algún día tranquilamente veré tus ojos mirando un mar de nubes mientras cruzas un océano de dudas profundamente azules.
Habrá una arquitectura de caricias lentas dibujada en tu piel, una lluvia borrará de tu pelo los últimos vestigios de dolor y brillará en tu mirada una estela un camino y un sueño, y así poco a poco, el gozo en la memoria tendrá su pozo de clara agua lunática sus pétalos de amapola
umbrosos y dúctiles pétalos que un raro viento trajo como presagio amable de tu cuerpo.